martes, 6 de noviembre de 2012

AHÍ

Ahí estabas tú
más bonita que la tarde
con tu falda azul
y tus ojos hondos de tristeza

como un charco de cielo
con la bandera de tus labios
y temblando como un ave
a la orilla misma de tu risa
te me despediste

era tarde
y tus ojos
como un jardín de espadas
atravesaron de tajo todas las horas negras

yo te amé con una pena inmensa
amé tus manos blancas
y tus ojos tristes

todo terminó ahí
simple como ese viento
que pasa delirando
bajo cualquier cielo de lágrimas…

Jaime Cuijingo

4 comentarios:

  1. querido amigo en verdad lamento que tengas que decir adios a ese amor aunque quizá sea mejor para recibir al amor venidero y esta vez sea gozoso y no sientas mas pena por amar...
    JG

    ResponderEliminar
  2. jaime; tu siempre tan magnifico en tu manera de escribir me encantas enserio gracias por ser mi amigo y por regalarnos estos versos tan divinos.
    EDRS.

    ResponderEliminar
  3. gracias, yo también te ame con una pena inmensa...

    ResponderEliminar